Vuelve el hombre que contiene multitudes

Por Paul Rigg

Rough and Rowdy Ways (19 de junio de 2020; Columbia Records) es el 39º disco de estudio de Bob Dylan, su primer álbum de canciones originales desde Tempest hace ocho años, y se cuenta entre sus mejores. 

Dylan tiene ahora 79 años y, quizás inevitablemente, durante varios años ha estado escribiendo canciones que reflejan su propia mortalidad, pero con este disco parece ir un paso más allá. Cuando publicó la épica Murder Most Foul de 17 minutos a finales de marzo de 2020, su tiempo, longitud y peso sorprendió a muchos, pero en cierto modo se remonta a un momento clave de su vida y proporciona un contexto para todo el álbum. El Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, fue asesinado el 22 de noviembre de 1963, cuando Dylan tenía 22 años y justo cuando empezaba a hacerse un nombre (The Freewheelin' Bob Dylan fue lanzado el 27 de mayo de 1963), y el acontecimiento lo habría marcado profundamente, como lo hizo para todo Estados Unidos y el mundo entero. Dylan utiliza este momento clave como punto de partida para nombrar alrededor de 80 iconos culturales y piedras de toque mientras mira hacia atrás a una vida rica y variada, llena de eventos y personas "rudas y alborotadas".
 

  

En el sencillo de adelanto, con la épica Murder Most Foul, Dylan también parecía estar pintando un telón de fondo para las canciones y temas que vendrían, que van desde la amargura, la rebelión, el amor, la muerte, la vanidad, la pérdida y la promiscuidad. "Acérquense, pueden encontrar todo aquí", parece estar diciendo. Pero también parece sugerir que a pesar del caos y la tragedia, a través del arte, y en particular de la música, se puede encontrar consuelo.
 

El gruñido de Dylan es tan mordaz como siempre, ya que se basa en una mezcla familiar de folk, blues crudo y música rock. Presumiblemente Dylan confió en su fiel Gibson SJ-200 personalizada o en una de sus Martins vintage para acompañar los números acústicos, por ejemplo en I Contain Multitudes, que da inicio al álbum. "Soy un hombre de contradicciones, soy un hombre de muchos humores, contengo multitudes", canta, mientras nombra a gente tan dispar como Ana Frank, los Rolling Stones, "las sonatas de Beethoven y los preludios de Chopin".
 

  

La tormentosa pista de blues del sur, False Prophet, fue el tercer sencillo de adelanto, y quizás hace referencia irónicamente a la época en que él mismo era visto como un profeta y, me atrevo a decirlo, "la voz de una generación" por muchos. El humor es más explícito en My Own Version Of You, que es una fantasía de Frankenstein en la que el monstruo se ensambla a partir de partes del cuerpo "necesarias". "Te haré tocar el piano como Leon Russell, como Liberace, como San Juan Apóstol", gruñe.
 

En contraste con los cortes más humorísticos están las canciones como Black Rider, donde contempla de nuevo el encuentro con la Parca: "Dime cuándo, dime cómo", canta, "si alguna vez hubo un tiempo, que sea ahora; déjame pasar, abre la puerta, mi alma está angustiada, mi mente está en guerra" o Mother Of Muses, donde afirma claramente: "Ya he vivido mi vida por mucho tiempo."
 

  

Entre estas canciones se encuentran la ominosa Crossing the Rubicon, en la que amenaza con "cortarte con un cuchillo torcido, Señor, y te echaré de menos cuando te hayas ido", y la sobresaliente Key West (Philospher Pirate), conducido por un acordeón, sobre un anciano canoso que se va a Florida al final de su vida. "Key West está bien y es justo, si has perdido la cabeza, la encontrarás allí", entona con nostalgia.
 

La enorme cantidad de referencias en Rough and Rowdy Ways será suficiente para que los Dylanólogos sigan buscando felizmente en los polvorientos rincones de Internet durante los próximos años, pero el álbum también será un gran placer para aquellos que simplemente desean sentarse y escuchar al maestro trabajando. "Puedo ver la historia de toda la raza humana", canta en My Own Version Of You, y con un poco de imaginación, creerán que puede.
 

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