Sombría belleza
Por Sergio Ariza
Arthur
Lee y su grupo Love
son los responsables de uno de los mejores discos de todos los tiempos. Una
obra descomunal en la que Lee viste a las 11 canciones, todas ellas acústicas,
con unos maravillosos arreglos de cuerdas y vientos. Para ello se pasó tres
semanas con el responsable de éstos, cantándole y tocando como quería que
sonaran. Se le llame como se le llame, folk-rock, psicodelia o pop barroco lo
que está claro es que Forever Changes
es uno de los discos más hermosos de todos los tiempos. Si Lee es el principal
artífice, 9 de las 11 composiciones llevan su firma y canta 10 de los 11 temas,
Bryan MacLean es el héroe en la
sombra, gracias a su firma en la canción más famosa del disco Alone Again Or. Claro que tras toda esa
belleza se escondía un grupo que se desintegraba y la sombra de toda la
violencia y espanto que se iba a dar en la contracultura y el movimiento hippie
a finales de los 60.
Un disco que sirve de aviso al violento giro
que se iba a dar a finales de los 60, como si en pleno Verano del Amor, ya
fuera capaz de vislumbrar; tras el mágico kaleidoscopio de amor, música y paz;
el violento despertar que iba a suponer Charles
Manson y su 'Familia'. A pesar de toda su belleza, sus deslumbrantes
arreglos y sus increíbles melodías, Forever
Changes es un disco oscuro, una mirada pesimista, de un hombre que estaba
al borde del suicidio (Lee ha reconocido que este disco fue casi una nota de
despedida). Las letras así lo dejan ver, en
A House Is Not A Motel canta "El
agua se ha convertido en sangre/y si piensas que no, solo tienes que abrir el
grifo" o, de manera profética, "las noticias de hoy serán las películas del mañana"
(adelantándose a todas las películas que llegarían sobre Vietnam). En Live and Let Live dice "hay un pájaro sentado en una rama, supongo
que iré a por mi pistola" o en The
Red Telephone "Sentado en la
ladera de una colina viendo a toda la gente morir/Me sentiré mucho mejor en el
otro lado". Una frase que también se puede ver como un guiño a los Doors, un grupo que les adoraba y a
los que habían conseguido un puesto en su misma discográfica, Elektra. Y es que
a pesar de su nula repercusión comercial en su momento, los Love tenían muchos
fans entre la realeza del rock. Tanto Lee como Johnny Echols eran amigos personales de otro mestizo en un mundo de
blancos, Jimi Hendrix, Robert Plant quedaba enamorado de ellos desde Inglaterra y acabaría
haciendo varias versiones de sus canciones. Los Rolling Stones tomarían prestado su
She Comes In Colours para su She’s a Rainbow y Neil Young llegó a pensar en
producirles este disco.
Pero más allá de sus conexiones la música de
esta banda sigue sonando tan bien como siempre, principalmente sus tres
primeros discos con su formación clásica, Lee, Echols, McLean, Ken Forssi al bajo y Michael Stuart-Ware a la batería.
Fueron ellos los encargados de grabar esta maravilla que se abre con su canción
más conocida, Alone Again Or, obra de
McLean que la canta junto a Lee, que fue el encargado de añadirle el enigmático
'or' al título. Es una canción enorme con un arreglo con toques españoles y un
increíble solo de trompeta de aire mariachi. Pocos discos podrían superar un
inicio tan poderoso, pero Forever Changes
no es cualquier disco.
A House
Is Not A Motel se ve beneficiada de un gran trabajo de
Echols con una Les Paul Goldtop del 52 para darle unos toques eléctricos con un
solo doblado que ayuda a destapar toda la angustia atrapada tras su caparazón
acústico. Es uno de los mejores momentos del disco. Claro que Forever Changes
es una sucesión de grandes momentos, un disco perfecto de principio a fin,
construido sobre bellas guitarras acústicas, entre ellas varias Martin y una
Gibson de 12 cuerdas.
Andmoreagain fue de lo primero que se grabó, del grupo aparece solo Lee junto a
miembros de la Wrecking Crew, como Hal Blaine a la batería y Carol Kaye al bajo. Esto se debía a
diversos problemas dentro del grupo, como el cabreo de McLean por ver su
material recortado (la banda quería grabar un disco doble) y los problemas con
las drogas de Echols. Aun así, ver a músicos de sesión grabando sus partes
sirvió de acicate y todos los miembros se pusieron las pilas para terminar el
trabajo de la mejor forma.
Old Man es la segunda canción de McLean, una buena pieza folk, cantada por su
delicada voz, y acompañada con su Gibson Hummingbird. La primera cara se cierra
con The Red Telephone, una extraña pieza psicodélica con un buen arreglo de
cuerdas y unos cambios de lo más interesante. La segunda cara se abre con una
canción de título kilométrico, Maybe the
People Would Be the Times or Between Clark and Hilldale, otro arreglo que
le sienta como un guante, con vientos y guitarras acústicas mezclándose a la
perfección, a pesar de su brillante melodía la canción es una mirada pesimista
al 'flower power' con un gran trabajo en la guitarra principal a cargo de
Echols. En Live And Let Live hay un
gran solo eléctrico al final por parte de Echols, posiblemente con la Les Paul,
en una canción con múltiples cambios que podría definirse como folk progresivo.
You Set The Scene es una obra maestra
y la encargada de poner el broche de oro a un disco que no tiene una canción
que baje del notable. Es una nueva muestra de los increíbles cambios que daba
Lee a sus canciones y se beneficia de un arreglo orquestal de cuerda de fuerza
casi Wagneriana al final.
El disco se llamó Forever Changes por una anécdota relacionada con el propio líder de
la banda. Tras romper con una de sus novias esta le recriminó que le hubiera
dicho que la amaría para siempre, a lo que Lee le contestó "Para siempre cambia (Forever Changes)".
Puede que fuera una anécdota pero dio en el clavo para un disco que siempre
cambia... a mejor.