Un guitarrista con 'duende'

Por Sergio Ariza

Robby Krieger es un guitarrista muy especial, nadie ha sonado, ni antes ni después, como él. Los sonidos que sus dedos sacaron a su SG parecen producidos por un instrumento totalmente distinto al que también han utilizado gente como Angus Young, Pete Townshend o Tony Iommi, claro que pocos guitarristas de rock aprendieron a tocar utilizando una guitarra flamenca. Muchos menos, por no decir ninguno, lograron que la primera canción que compusieron en su vida se convirtiera en una de las más importantes de la historia. Y es que lo primero que compuso Krieger fue Light My Fire. Si eso no es ser especial no tengo muy claro que lo es.  

El guitarrista fue el miembro más joven, y el último en incorporarse a los Doors pero su peso en la banda solo está por debajo de la de su carismático cantante, Jim Morrison. Junto a Ray Manzarek y John Densmore construyó un hipnótico sonido sobre el que Morrison pudo exponer al mundo su intrincada poesía. A pesar de que la guitarra no es lo primero en lo que uno piensa cuando se habla de los Doors (siendo por este orden, el carismático Jim Morrison y el órgano de Manzarek) su sonido, ya fuera utilizando el estilo 'fingerpickin' o el slide, es uno de los rasgos más distintivos de la banda y, además, fue el encargado de componer algunas de sus canciones más recordadas, como la ya referida Light My Fire, Love Me Two Times, Touch Me, Peace Frog o Love Her Madly.
 

 

Robert Alan Krieger nació, como no podía ser de otra forma, en Los Ángeles un 8 de enero de 1946. Sus comienzos con la guitarra estuvieron asociados a la guitarra flamenca y el primer instrumento que tuvo fue una Ramírez que consiguió en México. Esas raíces españolas le acompañarían durante toda su carrera, como se puede apreciar en Spanish Caravan  y a ella iría añadiendo el blues, el folk y el jazz. Pero su conversión definitiva al rock se produjo por el hombre que más personas ha hecho que cojan una guitarra eléctrica, Chuck Berry. Fue tras ver un concierto del autor de Johnny B. Goode en 1964 cuando Krieger decidió que había llegado el momento de comprar su primera eléctrica. Durante el concierto Berry había utilizado una de sus icónicas Gibson ES-335 rojas, Krieger se fue a una tienda de instrumentos buscando aquella guitarra pero cuando vio una Gibson SG del mismo color pensó que se parecía lo suficiente. Le costó 180 dólares pero le devolvería millones. Fue con esa guitarra con la que grabó al completo el primer disco de los Doors.
 

    

El inicio de los Doors estuvo en la amistad entre Jim Morrison y Ray Manzarek, fueron ellos los que nombraron al grupo en homenaje al libro de Aldous Huxley Las Puertas de la Percepción, pero rápidamente John Densmore y Robby Krieger, que habían tocado juntos en una banda llamada Psychedelic Rangers, se unieron. Era 1965 y la primera canción que tocaron juntos fue una composición de Morrison titulada Moonlight Drive. En ella Krieger comenzó a improvisar varias cosas con el slide, con un estilo tan único y alejado de los maestros blues que el cantante le pidió que lo tocara en todas las canciones. A pesar de que la banda hizo pruebas con varios bajistas decidieron que Manzarek utilizara su mano izquierda para desarrollar líneas de bajo en su teclado, dándole a la banda otro de sus elementos más característicos.
 

El primer material de la banda era de Morrison que llegaba con extractos de su poesía a los que daba una melodía y el resto de la banda se encargaba de sacar los acordes y darle una forma musical, eran canciones como la citada Moonlight Drive, End Of The Night, My Eyes Have Seen You o Hello, I Love You. A principios de 1966 comenzaron a tocar en un club de Los Ángeles llamado London Fog, fue allí donde Morrison comenzó a construir su persona en directo, con la banda metiéndose en largas ‘jams’, ante un auditorio casi vacío, sobre las que Morrison improvisaba su poesía, así fueron surgiendo las emblemáticas The End o When The Music's Over. Al poco tiempo ficharon por el club más prestigioso de la ciudad, el Whisky a Go Go, y sus actuaciones se convirtieron en acontecimientos. Las canciones seguían llegando pero, durante un ensayo, Morrison se quejó de ser el único encargado de componer y animó al resto a traer sus propias canciones. El joven Krieger se acercó al cantante y le preguntó "¿y sobre qué compongo?". La respuesta fue "sobre algo universal, algo que dure". Así que Robby se fue a casa y comenzó a jugar con varios acordes que no se solían utilizar en la música rock, principalmente bemoles y sostenidos, para el estribillo cogió los acordes de la versión de My Favorite Things de John Coltrane, una de sus mayores influencias, y cuando tuvo que ponerle letra pensó en lo que le había dicho el cantante y decidió hacer una canción sobre "tierra, aire, fuego o agua", decantándose por el fuego por su amor por el Play With Fire de los Rolling Stones. Así surgió la canción que les daría fama y dinero, y a la que Morrison añadiría parte de la letra, el momento sobre "la pira funeraria" y Manzarek la increíble introducción de órgano en la que suena como un Bach desquiciado, demostrando su entrenamiento clásico.
 

Con casi todo el repertorio de los dos primeros discos ya compuesto los Doors comenzaron a ganarse una fama que les llevó a ser fichados por Elektra y a grabar su primer disco, en apenas nueve días, a finales de agosto de 1966. Por las mismas fechas Morrison le dio el toque final a The End incluyendo al final las referencias edípicas (sobre sus deseos de matar a su padre y ponerse íntimo con su madre) que hicieron que fueran expulsados del Whisky A Go Go.
 

Ese primer disco es uno de los discos de debut más importantes de la historia y Krieger brilla en él con su SG conectada directamente a un Fender Twin Reverb sin ningún accesorio más que la magia de sus dedos. En The End se puede ver la influencia de Ravi Shankar y Coltrane en su música, dándole un estilo propio, en el solo de Light My Fire se puede hablar de eso que los gitanos llaman 'duende' y Break On Through demuestra que también es capaz de hacer un riff que haría sentirse orgulloso a Elmore James. Fue esta última la que sirvió de single de presentación de la banda, para la que incluso llegaron a grabar un video promocional, a lo que ayudó que Morrison y Manzarek fueran estudiantes de cine, lo que hizo de ellos unos de los pioneros de este formato.
 

El disco se publicó el 4 de enero de 1967 pero no fue hasta el lanzamiento de Light My Fire, a finales de abril, cuando comenzó a ascender en las listas. La canción se convirtió en número uno y el grupo en estrellas. Parecía que había sido de la noche a la mañana pero para el momento en el que lo consiguieron ya llevaban dos años juntos. No es de extrañar que con muchas canciones todavía en la bolsa y su nueva fama el segundo disco apareciera solo ocho meses después del primero. Se llamó Strange Days y en él Krieger utilizó otra SG ya que su primera se había perdido. Su equipo fue similar pero con la adición de un pedal de distorsión Gibson Maestro. El segundo disco fue bastante similar al primero, cerrándose con When The Music It's Over, como el primero lo había hecho con The End. Krieger volvió a aportar una de sus canciones más conocidas, la 'bluesy' Love Me Two Times, y el éxito se volvió a repetir. Para ese momento Morrison ya era totalmente imprevisible en directo y sus problemas con las drogas y, principalmente, el alcohol les estaban ganando el epíteto de banda difícil.
 

 

La grabación del tercer disco, Waiting For The Sun, se vio complicada por el alcoholismo de Morrison, sobre todo tras el rechazo de su Celebration Of The Lizard por parte del productor. Hubo que repescar las pocas canciones que les quedaban de sus primeros tiempos como Hello, I Love You (que les daría su segundo número uno) o Summer's Almost Gone porque la creatividad parecía haberles abandonado. Aun así canciones como Five To One están entre lo mejor de su carrera, en especial ese solo de Krieger que inspiró el de Ace Frehley de Kiss en She que, a su vez, sirvió de inspiración al de Mike McCready de Pearl Jam en Alive.
 

Las cosas tocaron fondo con The Soft Parade, el disco más flojo de su carrera, lleno de vientos y cuerdas, alejándose del sonido propio del grupo que, en esos momentos, parecía poco más que la banda de acompañamiento de Morrison. A pesar de todo había momentos brillantes como la canción de Krieger Touch Me o su guitarra en la canción titular. Pero durante la gira Morrison fue juzgado por, supuestamente, enseñar su pene durante un bizarro concierto en Miami. La banda se vio fuera de Woodstock y otros conciertos y tras el desastre crítico de The Soft Parade, vio peligrar su futuro. Esto supuso una vuelta a las raíces, al blues que tanto les apasionaba a todos con Morrison Hotel, publicado en 1970, con grandes canciones como Roadhouse Blues o Peace Frog. Este regreso a su mejor forma se vio confirmado por L.A. Woman, su mejor disco desde su debut, con canciones tan grandes como la titular (donde Krieger toca una Les Paul del 54), Riders On The Storm o Love Her Madly, también compuesta por Krieger.
 

 

La banda había recuperado la forma y estaba sonando mejor que nunca pero no hubo continuación, el 3 de julio de 1971 Morrison fue encontrado muerto en su apartamento de París. Los otros tres miembros de la banda decidieron continuar sin su líder y grabar algunas de las canciones que tenían preparadas para su vuelta, así llegaron Other Voices y Full Circle, en la misma vena que L.A. Woman y que encuentran a Krieger en verdadera plena forma. Claro que, ni el guitarrista ni el teclista se acercan al carisma y profundidad vocal de Morrison y no tienen ni sus letras ni su magia. Krieger destaca con el ‘slide’ en In The Eye Of The Sun o en esa heredera de Roadhouse Blues que es Tightrope Ride.
 

El grupo se separó finalmente en 1973 y el guitarrista y Densmore formaron The Butts Band. En 1978 se volvieron a unir a Manzarek para musicar varios poemas recitados de Morrison en An American Prayer, un disco al que Krieger piensa que no se le ha hecho justicia. En 1993 fueron incluidos en el Rock And Roll Hall Of Fame con Eddie Vedder como cantante y, a partir de entonces, ha habido varias reuniones más que terminaron con la muerte de Manzarek en 2013.
 

Su estilo fue tan personal e intransferible que es como si no hubiera dejado huella pero vuelvan a escuchar Riders On The Storm, When The Music’s Over, The End, L.A. Woman o Light My Fire y traten de imaginarlas sin la guitarra de Krieger, es como si quedaran huérfanas de algo indescifrable e imprescindible… ese algo al que los flamencos llaman duende.


(Imágenes: ©CordonPress)

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