Los guitarristas fundamentales del ‘Britpop’
Por Sergio Ariza
Si tuviéramos que hacer un retrato robot del
guitarrista del 'Britpop' tendría una pinta a medio camino entre un mod y un
hooligan futbolero, llevaría una Gibson ES-335 o una 355 pintada con la 'Union
Jack' alrededor del cuello, estaría tocando unos 'power chords' sacados del
libreto de alguna legendaria banda británica como los Kinks, los Small Faces o
los Jam, mientras su cantante
desgrana un estribillo irresistible sobre lo maravilloso que es ser joven y
salir como si no hubiera un mañana. El 'Britpop' nos dio pocos 'guitar heroes'
pero fue de los últimos movimientos relevantes del rock de guitarras que llegó
al gran público. Su filosofía era sencilla, eran el reverso arrogante y hedonista
del depresivo grunge estadounidense, rindieron culto a algo tan banal y, a la
vez, vital como ser jóvenes y tener ganas de fiesta. No querían cambiar el
mundo, ni denunciar sus injusticias, sencillamente, querían pasárselo bien...
John
Squire (24 de noviembre de 1962)
Si existe una banda a la que se le pueda
considerar la clara precursora del movimiento habría que hablar de los Stone Roses, y si hubiera que pensar en
un guitarrista en el que todos los miembros del 'Britpop' se miraron ese sería John Squire. Sus brillantes melodías,
sus tintineantes arpegios, sus riffs y sus hipnóticos solos fueron el sonido en
el que bucearon desde Blur a Oasis todos los pesos pesados del
movimiento. El brillante primer disco de la banda es la piedra Rosetta del
'Britpop', el sitio al que hay que mirar primero para entenderlo. Su segundo
disco, que tardó cinco años en realizarse, salió en plena eclosión del mismo,
1994, y vio a Squire y a la banda alejarse del pop de los 60 para adentrarse en
el clásico sonido rock de los 70, con Led
Zeppelin como máximo referente. Squire aparcó la Gretsch Country Gentleman
y la Stratocaster del 60 y consiguió la guitarra perfecta para conseguir ese
sonido único, en riffs con slide como Love
Spreads, una Les Paul Sunburst del 59. Tras la separación de la banda
todavía le dio tiempo a formar los Seahorses
y dejar un clásico del 'Britpop' como Love
Is The Law. Tras una reunión de los Stone Roses hace unos años parece que
Squire se va a retirar definitivamente y el 4 de marzo puso a la venta la
mayoría de sus amplificadores, incluido el Fender Twin Reverb con el que grabó
el primer disco de los Stone Roses. Fue, junto a Johnny Marr, el espejo en el que se
miraron los demás miembros de esta lista y el guitarrista británico más
importante de los 80 y principios de los 90.
Guitarras principales: Grestch Chet Atkins
Country Gentleman, Custom Fender Jaguar, Fender Stratocaster de 1960, Gibson
Les Paul de 1959
Richard
Hawley (17 de enero de 1967)
Hawley acabaría logrando la fama a principios
del Siglo XXI como moderno 'crooner' a là Roy
Orbison y discos como Cole's Corner,
pero sus primeros pasos fueron como guitarrista de la banda de 'Britpop' the Longpigs, junto a los que grabó su
disco de debut, The Sun Is Often Out
en 1996. Su estilo en la banda ha sido descrito, por él mismo, como “una mezcla entre Syd
Barrett y Hubert Sumlin”. Tras abandonar el
grupo se unió a una de las bandas más importantes del 'Britpop', los Pulp de su amigo Jarvis Cocker con los que salió de gira y con los que colaboró en
su último disco, We Love Life,
tocando la 'lap steel' en canciones como Weeds
y Sunrise.
Guitarras principales: Fender Telecaster,
Gretsch Country Club
Noel
Gallagher (29 de mayo de 1967)
El más famoso de los guitarristas del
'Britpop' y el cerebro detrás de Oasis tiene muy claro que no está a la altura
de guitarristas como Squire, Marr o Paul Weller. Y es que Noel sabe
perfectamente que si ha pasado a la historia lo ha hecho por componer himnos de
la talla de Wonderwall, Live Forever
o Don't Look Back In Anger y no por
su brillantez a las seis cuerdas. Claro que su estilo casa perfectamente con
sus composiciones, simple, directo y melódico. No hay nada que destaque
especialmente pero cuando estás cantando un estribillo como Some Might Say o Cigarettes & Alcohol poco importa. Oasis fue la banda que mejor
ejemplificó el 'Britpop' y los que mejores canciones hicieron, subieron rápido
como la espuma del champán y se precipitaron cuesta abajo con sus últimos
discos. Puede que Gallagher no sea ningún virtuoso de la guitarra pero la
mayoría de los guitarristas más valorados del mundo cambiarían su técnica por
la posibilidad de escribir canciones tan grandes como las de los dos primeros
discos de Oasis. Todas llevan su firma.
Guitarras principales: Gibson Les Paul, Gibson
ES-335, Epiphone Sheraton, Epiphone Riviera, Fender Telecaster
James
Dean Bradfield (21 de febrero de 1969)
Los galeses Manic Street Preachers siempre han ido por su cuenta, empezaron
como un grupo punk fuertemente influido por los Clash, pero su cantante y guitarrista principal, James Dean
Bradfield, llevaba una Gibson Les Paul porque le encantaba Slash de Guns N' Roses. Eso sí que era punk. Tras la misteriosa desaparición
de su guitarrista rítmico y letrista principal, Richey Edwards, decidieron volver a darle un vuelco a su sonido y
acercarse a un 'Britpop' que estaba en su apogeo cuando apareció Everything Must Go, en el año 1996. Sus
acordes con arpegios para A Design For
Life dieron como resultado uno de los himnos oficiales del movimiento.
Guitarras principales: Gibson Les Paul
Graham
Coxon (12 de marzo de 1969)
Graham Coxon hizo de sus defectos una virtud y
le dio a Blur un sonido característico a través de su guitarra. Junto a una
enorme cantidad de pedales Boss buscó siempre un estilo propio, original y
experimental que servía para compensar su falta de habilidad técnica, lo que
hizo de Blur un grupo con un sonido totalmente distintivo, con Coxon en un
papel similar al de The Edge con U2. Si en sus primeros discos se miraban en fuentes totalmente
británicas, con los Kinks a la cabeza, a partir de su cuarto disco Coxon
comenzó a meter más y más influencias de la música alternativa americana, de
grupos como Pavement o Sebadoh, permitiendo que Blur fuera uno
de los pocos grupos del movimiento que supo envejecer con clase y sin repetirse
hasta la parodia.
Guitarras principales: Fender Telecaster
Steve
Cradock (22 de agosto de 1969)
Steve Cradock es uno de los mejores
guitarristas del género, algo que se prueba no solo en sus discos junto a su
banda Ocean Colour Scene, sino en su
papel como guitarrista de la banda de Paul Weller, para el que ha tocado en
todos sus discos en solitario. Pero su momento álgido se produjo con el segundo
disco de Ocean Colour Scene, Moseley
Shoals, ya fuera con el distintivo riff de The Riverboat Song o buceando en la etapa psicodélica de los Beatles con The Day We Caught The Train.
Guitarras principales: Gibson Les Paul Custom,
Gibson SG Standard, Gibson ES-335
Bernard
Butler (1 de mayo de 1970)
Claro que si hubiera que elegir a alguien como
el 'guitar hero' del movimiento, este tendría que ser Bernard Butler de Suede. Fue su banda la que apareció en
la portada del Melody Maker sin ni siquiera haber publicado una sola canción,
fue el éxito de sus primeros sencillos y su primer disco el que significó el
movimiento de salida del ‘Britpop’. Si Brett
Anderson, el cantante, ejercía de andrógino Bowie, Butler se reservaba el papel de Mick Ronson con unos riffs solos y
salvajes y unos solos intensos y sucios. Pero, a pesar de abrir la puerta del
éxito a todo el 'Britpop', Suede fue siempre a contracorriente y mientras
Oasis, Blur y Pulp se hacían con las riendas del movimiento, Suede sorprendió
con un segundo disco, Dog Man Star,
oscuro y melancólico. Era el sonido de una banda que se estaba separando, con
el guitarrista enfrentado al resto de miembros y grabando sus partes por
separado, con su guitarra poniendo algunas de las mejores partes del disco. Antes
de terminarlo fue despedido, Suede siguió su camino y Butler el suyo pero
ninguno volvió a recuperar la intensidad de esos dos primeros discos.
Guitarras y equipo principal: Gibson ES-355,
Gibson Les Paul, Vox AC30, Boss DS-2 Turbo distortion.
Nick
McCabe (14 de julio de 1971)
Nick McCabe nunca fue un guitarrista que
buscara el lucimiento, desde el primer disco de The Verve lo suyo fueron las texturas, el sonido y el 'groove'. Era
un sonido fundamentado en el eco y el 'reverb' que llevaba a lisérgicos
espacios en los que se sumergían en directo. Con su segundo disco, A Northern Soul, comenzaron a llegar
canciones más definidas, reteniendo el poder de la guitarra de McCabe, mientras
que Urban Hymns fue el epílogo del
'Britpop'. Fue el disco que les dio la fama y el más Richard Ashcroft y menos McCabe de la banda, pero el guitarrista
dejaría su huella como su country slide para The Drugs Don't Work, su wah en Weeping
Willow, o creando con su Les Paul un atmosférico muro de ruido que sería el
elemento fundamental de canciones como la psicodélica Neon Wilderness, la intensa The
Rolling People o la ‘zeppeliana’ Come
On.
Guitarras principales: Gibson ES-335, Gibson
Les Paul, Fender Stratocaster de 1979.
Gaz
Coombes (8 de marzo de 1976)
Dice la R.A.E. que efervescencia es "agitación, ardor, acaloramiento de los
ánimos". Bien pues si existe un disco en los años 90 al que se le
pueda aplicar el calificativo de 'efervescente' no es otro que el debut del
trío británico Supergrass, I Should Coco. Recién salidos de la
adolescencia los de Gaz Coombes
entregaron un disco que celebra el placer de ser joven, de pasárselo bien y la
maravillosa sensación de tener toda la vida por delante en canciones como Alright, Caught by the fuzz o Mansize Rooster. Su estilo a la guitarra
no es sino una extensión de todo esto, como puede comprobarse en los solos de
la mencionada Alright o de Pumping On Your Stereo.
Guitarras principales: Gibson ES-335, Burns
Dream, Fender Telecaster Deluxe, Fender Telecaster Plus, Gibson SG
Richard
Oakes (1 de octubre de 1976)
Habíamos dejado a Suede separando sus caminos
de Bernard Butler en 1994, nadie daba un duro por su futuro, incluido un Noel
Gallagher que hablaba de unos Suede sin Butler como de ‘Morrisuede’, pero ese mismo año un chaval de 17 años les envió una
cinta para pedir el puesto. Cuando el cantante, Brett Anderson, la estaba
escuchando el batería se acercó y le dijo que las nuevas maquetas sonaban muy
bien. Fue todo lo que necesitó Anderson para incorporarle a la banda y
demostrar que todavía no habían dicho su última palabra. Con Oakes como nueva
pareja compositora, Anderson entregaría algunas de las mejores canciones de su
carrera, como Trash o The Beautiful Ones, en el exitoso Coming Up, el reverso luminoso de Dog Man Star que demostró que Suede, con
Oakes a bordo, tenía una larga carrera por delante.
Guitarras principales: Fender Jaguar, Gibson
ES-355