Los 10 mejores solos de Mick Ronson

Por Sergio Ariza

Mick Ronson es recordado como la mano derecha de David Bowie en su periodo de esplendor ‘Glam’, algo normal si tenemos en cuenta que su guitarra se puede escuchar en obras maestras del calibre de Hunky Dory o The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars, pero Ronson es mucho más que eso. Es, sencillamente, uno de los guitarristas más importantes de los años 70 y un músico increíble, siempre dispuesto a aportar lo mejor para la canción, sin importarle su propio brillo. Aquí están diez de sus momentos más brillantes como guitarrista, ya fuera con Bowie, con otros o para sí mismo.  

Michael Chapman - Stranger In The Room (Febrero de 1970)
 

La fama de Mick Ronson suele estar ligada a su tiempo con Bowie, y con razón, pero no hay que olvidar que Ronson es, fuera del propio Duque Blanco, el hombre más importante de la carrera de este. Solo baste escuchar esta canción de Michael Chapman en la que brilla con fuerza la guitarra de Ronson para escuchar las similitudes de su sonido con el maravilloso Hunky Dory, grabado casi un año después de esta maravilla. Y es que la colaboración de Ronson con su paisano Michael Chapman dejó un disco maravilloso, Fully Qualified Survivor, en en el que el cantautor se benefició del increíble trabajo del guitarrista. La leyenda cuenta que la compañía discográfica puso a disposición de Chapman a varios de los mejores guitarristas de sesión de Inglaterra pero poco impresionado éste les respondió: "El jardinero de mi pueblo toca mejor que estos". Ronson, que en esos momentos compaginaba su pertenencia al grupo The Rats con labores de jardinería en Hull, apareció con su Les Paul Custom “Black Beauty” del 68 (a la que había devuelto el acabado natural, quitándole la pintura, para aumentar la respuesta de las altas frecuencias) se enchufó en un amplificador y todos los presentes pudieron comprobar tras escuchar cosas como este Stranger In The Room que Chapman no mentía...
 



Elton John - Madman Across The Water (Marzo de 1970)
 

Su trabajo con Chapman no pasó desapercibido y Elton John requirió sus servicios mientras grababa Tumbleweed Connection. Juntos grabaron la primera versión de una de las mejores canciones del pianista, Madman Across The Water. En el resultado final brillaba tanto el trabajo de Ronson que varias personas de la compañía de discos de Elton le dijeron que le eclipsaba. El caso es que John no la sacó y la volvió a grabar con otros músicos, dando título a su siguiente trabajo. La versión con Ronson no vería la luz hasta una reedición de 1992, en la que quedaba claro que era la versión superior.
 



David Bowie - Memory Of A Free Festival (Entre marzo y abril de 1970)
 

Un poco antes de todo esto Ronson había tenido una exitosa audición para convertirse en el guitarrista de David Bowie. El camaleón estaba buscando un sonido más rock y Ronson encajaba como un guante en su nueva visión. Lo primero que grabaron juntos fue Memory of a Free Festival, una canción que ya había aparecido en el disco David Bowie, editado en 1969. Desde el primer momento la guitarra de Ronson se hace notar, y mucho, para bien siendo protagonista de un extenso solo que dará razón a lo que Bowie pronunció tras escucharle por primera vez: "Acabo de encontrar a mi Jeff Beck". El 'Glam Rock' había encontrado a su pareja perfecta, sus propios Mick y Keith.
 



David Bowie - Moonage Daydream (12 de noviembre de 1971)
 

Pero si existe una canción que sirva para demostrar lo mucho que Ronson aportó a la carrera de Bowie esta es Moonage Daydream. Baste escuchar la versión que Bowie grabó junto a Arnold Corns (una banda ficticia) en febrero de 1971 y luego compararla con la que grabó junto a Ronson y publicó en su obra maestra, The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars, para entender el papel fundamental que jugó Ronson en la etapa 'Glam' de Bowie. No es solo que el riff suene totalmente distinto, es que el crispado solo final parece provenir de otra galaxia, como el propio Ziggy. Cuando la interpretaban en directo el solo se expandía para permitir a Bowie cambiarse y que la gente se deleitara con las otras estrellas de la función, Ronson, su Les Paul y su Marshall Major de 200 vatios.
 



Lou Reed - Vicious (Agosto de 1972)
 

En medio de la explosión de Ziggy Stardust y el 'glam', David Bowie vio cumplido uno de sus sueños cuando se encargó de producir un disco para uno de sus ídolos, Lou Reed. Pero Bowie no se sentó solo detrás de la mesa de mezclas, sino que trajo consigo a su mano derecha, un Mick Ronson que escribió arreglos de cuerdas y puso su Les Paul al servicio de Reed en Transformer. El disco se abría con Vicious una canción en la que sobre los acordes de la Epiphone Riviera de Reed, Ronson ejecuta varias líneas tan sucias y pervertidas como el protagonista de la letra, un tipo vicioso que te golpea cada hora con una flor.
 

 

David Bowie - Time (Enero 1973)
 

Aladdin Sane
fue el cuarto disco que hacían juntos Bowie y Ronson, para ese momento la comunicación era casi telepática, como ocurría en el escenario. A pesar de ser un disco en el que el piano de Mike Garson comenzaba a ganar mucho peso, la protagonista seguía siendo la Les Paul de Ronson. Hasta en este cabaretero número brilla con fuerza en dos momentos totalmente distintos. El primero es cuando entra después de la respiración entrecortada de Bowie, es un solo breve, agresivo y desquiciado. Luego llega el segundo, a veces en primer plano y otras detrás de la voz de Bowie cantando "We should be on by now", que es puro Bach, con una construcción clásica y melódica, demostrando dos caras en la misma canción, una versatilidad que muy pocos guitarristas tienen.
 



Ian Hunter - Once Bitten, Twice Shy (Enero/Marzo 1975)
 

La segunda gran colaboración de su carrera llegó cuando Ian Hunter le llamó para entrar en Mott The Hoople. Bowie había decidido cortar por lo sano con Ziggy y el 'Glam' y eso suponía abandonar también a Ronson. A pesar de que le intentaron promocionar como estrella en solitario Ronson no se sintió cómodo con la luz principal y se refugió con Hunter. Solo le dio tiempo de grabar Saturday Gigs (en la que su Les Paul Custom dejó su huella) con los Hoople antes de que él y Hunter se marcharan para formar un dúo. Así grabaron el primer disco en solitario de Hunter, una de las obras donde más brilla la guitarra de Ronson. La canción elegida para presentarlo fue Once Bitten Twice Shy, un éxito en el Reino Unido en el que cerca de la marca de los tres minutos se puede escuchar ir surgiendo el 'feedback' de la guitarra de Ronson, antes de lanzarse por el mástil como un demente. Luego, tras 15 segundos de solo utilizando un pedal wah, Ronson decide quedarse con una sola nota. ¿Quieren saber lo que es tener un gran tono? ¿un gran vibrato? Escuchen el resultado pero la mejor definición ya la dieron los Stones, es solo rock'n'roll pero me gusta.
 



Ian Hunter - The Truth, The Truth, Nothing But The Truth (Enero/Marzo 1975)
 

Como decíamos el primer disco de Hunter contiene algunos de los mejores momentos de Ronson a la guitarra, y uno que brilla con especial atención es el de The Truth, The Truth, Nothing But The Truth. Probablemente se trate de uno de los solos más extensos de su carrera en estudio. Una canción que va subiendo de temperatura a medida que Ronson va metiendo sus riffs. Pero lo mejor llega con el solo, uno para el que Hunter le preparó leyéndole una mala crítica de su segundo disco en solitario, Play Don’t Worry. La rabia y la indignación se traslucen en uno de los mejores solos de la década. Como anexo no puedo sino añadir que la colaboración entre Hunter y Ronson no acabó con este disco y que dio excelentes frutos como el excelente You're Never Alone with a Schizophrenic o Welcome to the Club.
 

 

Mick Ronson - I'd Give Anything to See You  (Noviembre/Diciembre de 1976)
 

Hay quien piensa que con una Les Paul y un Marshall es muy fácil arrancar el tejado de una casa pero que es más difícil hacer llorar a la Les Paul. Bien Mick Ronson es uno de los que podía hacer las dos cosas, valga como ejemplo este I'd Give Anything to See You que iba a ser parte de su tercer disco en solitario pero que, tras las decepcionantes ventas de los dos primeros, quedó archivado y no vio la luz hasta 1999, seis años después de su muerte. Una pena porque los dos minutos de este solo son dos de los más emocionantes que se han grabado con una guitarra.
 

 

The Wildhearts - My Baby Is A Headfuck (Finales 1992/Principios 1993)
 

A finales de 1991 a Mick Ronson le diagnosticaron un cáncer pero él siguió trabajando. En 1992 produjo Your Arsenal para Morrissey y se volvió a juntar con Bowie para el concierto homenaje a Freddy Mercury y la grabación de Black Tie White Noise. A finales del 92 fue contactado por los Wildhearts, un grupo novel que iba a grabar su primer disco, para que les produjera su debut. Pero la compañía se enteró de su enfermedad y lo echó todo por tierra. A pesar de todo la banda le llamó y le preguntó si estaría interesado en grabar un solo para una de sus canciones. Ronson no se negó y apareció por el estudio con una destartalada Telecaster, la banda quedó un poco decepcionada de que no se trajera la Les Paul pero le enseñaron la canción y le dijeron que al final habría tres solos y que a él le tocaría el segundo. Tras la primera toma se quedaron tan impresionados que le pidieron que lo repitiera a pesar de que había quedado perfecto, solo querían verle tocar un poco más. Es normal que se quedaran así el primer solo es un buen solo, en la línea de Chuck Berry, pero luego entra Ronson y sabes que juega en otro nivel, con su destartalada Telecaster y un slide en uno de sus dedos, Ronson da una lección de 'guitar hero' y se despide del mundo recordándonos que ha habido pocos guitarristas de rock más brillantes que él, elevando una canción hasta el infinito y más allá. A partir de los tres minutos y veintiún segundos Ronson les regala a estos (por entonces) novatos 25 segundos de éxtasis guitarrero que quedan como la última prueba de su maestría a las seis cuerdas, siendo lo último que grabó antes de caer derrotado por el cáncer el 29 de abril de 1993.