Johnny Winter: algunos de sus mejores 'licks'
Por Tom MacIntosh
El "Tornado de Texas" Johnny Winter hizo con el
blues/rock lo que las abejas con la miel; hacerla gotear deliciosamente. En una
carrera que comenzó en 1968, con casi veinte discos de estudio y nueve más en
directo, tocó hasta el final de su vida, en 2014, de gira en Zurich, donde fue
encontrado muerto en su habitación de hotel, probablemente por un accidente
médico.
Hoy echamos un vistazo a algunos de los
mejores momentos de su carrera con canciones que estallan y emocionan, un
material que lo pone a la altura de la élite del rock, gente como Tony Iommi, Jimi Hendrix, Roy Buchanan, Muddy Waters, Jimmy Page, Gary Moore o Eddie Van Halen, por nombrar solo
algunos... la crème de la crème.
Comencemos el repaso con el clásico Rock and Roll Hoochie Koo, escrito por Rick Derringer, que estaba en la banda
y aparece en el disco Johnny Winter And
(1970). Se convirtió en un fijo de la radio a lo largo de los años 70 y aún hoy
aúlla en las ondas. Fue uno de los primeros acercamientos de Winter al rock más
puro, (siendo como era un bluesman de Texas). Como dijo Derringer, "La primera canción que escribí para Johnny
fue Rock and Roll Hoochie Koo. Rock and Roll para satisfacer el rock 'n' roll
que se suponía que yo debía aportar a la banda, y Hoochie Koo para satisfacer
al rey de la sensibilidad blues que se suponía que Johnny debía mantener. Y
funcionó de maravilla”. Derringer también hizo sus propias versiones con
otras bandas; la canción tiene versiones de Van Halen, Suzi Quatro, los rockeros canadienses Bootsauce, Nashville Pussy
y la banda japonesa Superfly.
No muy diferente de lo que Jimi Hendrix hizo con el All Along the Watchtower de Bob Dylan, (básicamente, hacerla
suya), Winter trae el golpe de blues de Beaumont Texas (su ciudad natal) a otra
de las obras maestras de Dylan: Highway
61 Revisited. Aquí, la cadencia palpitante detrás de los riffs incendiarios
y las voces como ladridos se mezclan con la perfección del blues/rock, tan
deliciosa que el propio Dylan adaptó el estilo para sus conciertos.
En uno de sus primeros discos, Saints and Sinners (1974, Columbia), presenta
su Gibson Firebird V en varios números, incluyendo Bad Luck Situation, que contiene algunos de sus mejores riffs y un
glorioso solo para realzar su poderosa voz. Otra pista de pop/rock más lenta es
Hurts So Bad, así como Dirty, un polvoriento y deslumbrante
blues, con una flauta dulce que flota en el fondo y contrasta con su voz ronca
que canta: "Voy a cambiar a mejor,
nena, Voy a matar a mi maldita esposa".
Al igual que muchos otros asombrosos
guitarristas, luchó por encontrar un equilibrio entre su destreza emocional y
técnica, pero al final del día, podía rociar notas como lluvia sobre el cielo
de Texas. Su ardiente trabajo con los dedos era único. Algunos ejemplos claros
de esto están en piezas como I’m Yours
and I’m Hers, con Winter en la guitarra solista y slide, Tommy Shannon en el bajo y el baterista
Uncle John Turner manteniendo el
ritmo. Se abre con una línea de bajo, luego Winter entra con el slide y pone su
guitarra a trabajar doblando otra pista de guitarra.
Winter hizo (y mejoró) numerosas versiones de
los Rolling Stones, como la afilada Let it Bleed, un Stray Cat Blues mucho más sucio, y el Silver Train de Keith Richards. Sin embargo, fue su
versión de Jumpin' Jack Flash la que
sorprendió a todos, transformando el conocido riff en uno de sus solos más
famosos hasta la fecha.
En su lanzamiento de 1977, Nothin' But the Blues, se une a Muddy
Waters y su banda: el guitarrista Bob
Margolin, el mago de la armónica James
Cotton, Pinetop Perkins al piano
y el baterista Willie "Big
Eyes" Smith. Fue un homenaje a uno de sus ídolos, explica, "Me gustaría dedicar este disco a todas las
personas que disfrutan de mi tipo de blues y especialmente a Muddy Waters por
darme la inspiración para hacerlo y por regalarle al mundo toda una vida llena
de excelente música". El disco contiene varios tradicionales de blues
de Chicago, como Tired of Tryin', Walkin'
Thru the Park y Drinkin' Blues,
en un conjunto que destila blues, con el aullido a la armónica de Cotton junto
al de Winter en el slide y los solos. Ganó un Grammy en 1977 (otro más para la
colección).
Para tener más información sobre cómo tocar al
estilo de Texas, echa un vistazo a Third
Degree de 1986, donde se encuentra una versión del Mojo Boogie de J.B. Lenoir,
que chisporrotea detrás del slide de Winter y el ritmo implacable de la sección
de ritmo.
En 2014, Legacy Records lanzó True to the Blues, una antología del
material de Winter, en una selección de 4 CD de algunas de las canciones más
apreciadas de sus más de 6 décadas. Incluye algunas actuaciones sabrosas como
la impactante Illustrated Man
("tatuajes en todas partes") de Let
Me In de 1991, el funky rockero Hard
Way de Where's Your Brother de
1992, y una versión de la gema Dust My
Broom de Robert Johnson, muy bonita con los
malvados riffs de Derek Trucks y el slide resbaladizo
de Winter.
John Dawson Winter III cogió una guitarra por
primera vez a los 11 años, aprendió a tocar nota por nota a sus héroes del rock
& roll como Carl Perkins, Elvis Presley, y luego pronto se
enamoró del blues Chicago de Waters, Otis
Rush, Howlin' Wolf y B.B. King, y los sonidos anteriores a la II Guerra Mundial de
gente como Son House, Blind Lemon
Jefferson y Lightnin' Hopkins,
junto a la 'Invasión Británica', presionaron al artista hacia una nueva
perspectiva: "Mezclé todo eso,
aprendía a tocar un disco nota por nota. Después de que tenía la sensación de
lo que estaba pasando, simplemente me quedaba con ello y lo asimilaba, saliendo
algo en parte mío y en parte de todos los demás". Todo tocado con su
amplio equipo de instrumentos, entre ellos su Gibson ES-125, una Mustang Fender
de 1966, una Epiphone de cuerpo sólido y también su excelente trabajo al slide
en guitarras National Resonator.
La influencia de Winter entre guitarristas más
jóvenes como Stevie Ray Vaughan o Warren Haynes golpeó como una marea,
tratando de atrapar las esencias del Tornado de Texas en una botella, y el
mundo es mejor por ello.
Como escribió la revista Rolling Stone después de su fallecimiento, "Winter fue uno de los primeros virtuosos de
la guitarra de blues/rock, lanzando una serie de populares y ardientes discos a
finales de los 60 y principios de los 70, convirtiéndose en un revienta
estadios en el proceso... tuvo una vida icónica tocando el blues".
Johnny Winter fue y sigue siendo una fuerza
formidable en el mundo del blues/rock a día de hoy. Los jóvenes guitarristas de
todo el mundo tienen a este maestro en el que mirarse, un hombre que rompió las
barreras raciales e hizo lo que mejor sabía: rockear nuestro mundo.