Al estilo de Mike McCready

Por Miguel Ángel Ariza

Si eres el guitarrista solista de una de las bandas a las que debemos en gran medida que la llama del rock se elevase bien alto de nuevo en los 90 tras una década en las que las guitarras eléctricas parecían condenadas a desaparecer tienes que ser un pedazo de guitarrista y efectivamente así es; Mike McCready puede carecer del aura y la fama que rodean a otros entes de nuestro mundo pero no de calidad y habilidad con las seis cuerdas. Buena cuenta de esa calidad nos lleva dando desde hace casi tres décadas con esa gigantesca banda que fundó en Seattle llamada Pearl Jam.   

Quizá podríamos esperar que un tipo que es un auténtico icono del grunge nos hablase de guitarristas salvajes como Neil Young o quizá de artistas que precedieron ese movimiento como Frank Black pero estaríamos quedándonos bastante fríos ya que el guitarrista que le voló la cabeza y que hizo que se dedicase en cuerpo y alma a perfeccionar su técnica y a formar una banda con la que no bajarse de un escenario fue ni más ni menos que el señor Stevie Ray Vaughan así que ya lo sabéis amigos; hay mucho blues en el origen del grunge también.
   

Es esa pasión por su ídolo la que le hizo buscar con ansia una Fender Stratocaster de 1959 al igual que la que usaba SRV. Es esta guitarra la que podemos escuchar en innumerables canciones de Pearl Jam como Even Flow pero no penséis que todo lo que suena a Strato en los Pearl Jam corre a cargo de esta guitarra ya que este artista cuenta con una colección de guitarras increíble y aunque esta es su Strat favorita ni siquiera es la única que tiene del año 59. Pero quizá sí fuese ésta la primera de su trío de guitarras del año 1959 que ha exhibido con orgullo por más de medio planeta. La segunda es una Gibson Les Paul Junior que le regaló su mujer por su 40 cumpleaños y la tercera, como no podía ser de otra manera, es una Gibson Les Paul Standard que perteneció a Jim Anderson, guitarrista de los Them de Van Morrison y de la que el guitarrista de Seattle no tiene más que buenas palabras diciendo de ella que es, sin duda, la mejor Les Paul que tiene con mucho y, no sabemos si para darnos envidia a todos los guitarristas terrenales del mundo, de la que asegura que todo lo bueno que se dice de ellas es incluso quedarse corto. Una pena no tener tres o cuatrocientos mil dólares para comprobarlo...
   

En cuanto a sus amplificadores estamos ante un auténtico fan de los Fender Bassman, tanto los vintage blackface como los 59 en formato combo aunque por supuesto, y al igual que pasa con sus guitarras, son muchos los amplificadores que han pasado por sus manos incluyendo los Plexi o los JCM 800 de Marshall o cabezales de boutique como los Satellite (fabricados en Seattle).
   

Siendo también un rockero de pro pero nacido en una década no demasiado lejana, y por tanto en plena explosión de los efectos para guitarra, es imposible pararse a ver todos los innumerables pedales que ha usado tanto en estudio como en directo. Destacaremos su afición a los Line 6 (DL4 y MM4), a los Xotic Effects (EP y Ac booster), al Electro Harmonix Pog 2 o su versión reducida Micro Pog pero todo ésto sin olvidar por supuesto el Ibanez Tube Screamer que, a imagen y semejanza de su ídolo Stevie Ray Vaughan, le acompaña siempre desde el inicio de su carrera así que habrá que agradecer al guitarrista tejano también por haber cambiado para siempre la vida de Mike McCready y haber sido la chispa que le hizo formar su propia banda...una banda que nos hizo volver a creer en el rock a todos cuando estábamos a punto de tirar la toalla. ¡Gracias Stevie! ¡Gracias Mike!
 


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